Amas de casa constituyen el grupo más vulnerable al VIH
Hace siete años, Norma Cortés recibió un anónimo: "Cuídese que su esposo le está poniendo los 'cachos' conmigo que tengo VIH -decía. Hágase la prueba". Madre de dos niños y de solo 37 años, Norma quedó conmocionada pero no creyó en la infidelidad de su marido y no se hizo el examen. "Seguí mi vida normal y empecé a enfermarme -cuenta-. Primero fue toxoplasmosis cerebral y luego tuberculosis, entonces decidí hacerme la prueba Elisa que mostró que, efectivamente, era portadora del VIH". Ante la evidencia, el esposo aceptó que había tenido relaciones sin protección con 10 mujeres. "No tuve más opción que perdonarle", dice Norma, quien decidió no separarse para que su marido la acompañara en la enfermedad. "Si una mujer sospecha de su marido debe exigirle usar condón -afirma-. "Yo era muy confiada y mire lo que me pasó". El caso de Norma es más común de lo que se cree. La investigación de la Nacional revela que las amas de casa prácticam